Desde hace algún tiempo recibo mensajes privados, correos electrónicos, comunicaciones interpersonales y hasta llamadas telefónicas, siempre referidas al mismo tema: estoy soltero, tengo miedo de quedarme solo y que ninguna mina me de pelota.
El razonamiento aplicado, aparentemente, obedece a la misma lógica: no tengo pareja ahora, quiere decir que nunca la voy a conseguir. Y por lo tanto, me voy a quedar solo.
Sres., la realidad es muy diferente a la planteada por estos usuarios/foristas/amigos.
Estar soltero, no quiere decir estar solo. Para nada.
Significa, simplemente, no estar noviando con alguien, o no estar emparejado con alguien.
Y como razonamiento anexo a estos dos ítems, viene entonces el concepto de "-...si no tengo pareja, no voy a «lanerpo» nunca mas".
Esto último sucede en países cuya inmigración se produjo, básicamente desde la península ibérica (hablamos concretamente en Iberoamérica); en países escandinavos, la situación es muy diferente.
Se le enseña a la mujer ya sea descendiente de los pueblos originarios (a mucha honra) y a la que tiene en su ascendencia, iberoamericanos, a que no tiene que entregar la virtud si no es para casarse. O alguna oligofrenicidad parecida.
Mas allá que cualquier madre le enseñe a su hija lo que le venga en ganas, el hecho que las susodichas busquen pareja en base a tenerlas agarradas de la poronga para obtener lo que necesiten (bienes materiales, dinero, que las mantengan), es un delirio absoluto.
Se presupone que una mujer está con un hombre porque lo quiere, no porque puede obtener un beneficio de él.
Pero cuando esos valores se modifican, comienzan los problemas (para los hombres).
Cualquier masculino considera que muchas minas son aptas para un eventual «fif & go™» y su ruta.
Una considerable proporción de la población femenina, opera bajo ese concepto, también... aunque en cada revolcón secretamente ambiciona que su partenaire sexual, también se enamore de ella perdidamente, y que haga todo lo que le pida sin condicionamientos.
Nuevo delirio, aclaro.
Por eso, optaron por un camino bastante tortuoso: el de ponerse en estrechas para siquiera pensar en entregar la virtud.
Y exigir a cambio, como de costumbre, bienes o compensaciones de alguna índole.
Eso deja a los mas jóvenes -y menos provistos de recur$o$ financiero$- en franca indefensión, dado que el grueso de la matrícula femenina apunta rápidamente a masculinos que llegaron a los 30 años, para poder asegurarse un pasar económico viable. (basta con leer en el Foro, una miríada de casos de féminas que se mandaron a mudar con tipos de mayor poder adquisitivo).
Y claro... ahí vienen los cuestionamientos.
"-...ninguna mina me da pelota" -argumentan decir los masculinos que no tienen pareja-.
Yo reharía esa frase, como "-...ninguna mina que valga algo me da pelota", porque de las otras, las que no valen gran cosa, hay montones. Y eminentemente descartables, por sus accionares evidenciados en este Foro de Ayuda.
Se puede vivir una vida plena en soltería, y jamás sentirse solo.
En cambio, se puede vivir emparejado toda una vida, y sentirse absolutamente solo.
La expresión de "-...las mujeres, van y vienen, los amigos, son para siempre" tiene plena vigencia.
Porque cuando una fémina que esté interesada en sus personas, de pronto, se da cuenta que se tienen principios sólidos (como mantener amistades por muchos años), baja a la tierra y se pone mas accesible.
Al fin y al cabo, son ellas las que pierden poniéndose en estrechas, dado que sus tiempos para obtener masculinos son limitados. Algo que al hombre, obviamente, no le sucede.
Por eso.
Los momentos de soltería son para disfrutar.
Para aprender, para viajar, para conocer, para crecer internamente.
Y cuando cualquier mujer se da cuenta que el fulano que no le da pelota, en verdad, tiene una formación sólida por debajo de un aspecto inmutable, que sabe lo que quiere en la vida, se derrite cual helado al sol del verano. Y hace todo lo necesario para tratar de «ganar» a ese masculino que le está resultando esquivo.
Está en uno en aceptarla o no... máxime si califica eventualmente como advenediza.
Disfruten de sus solterías. Porque cuando inevitablemente, a futuro, estén emparejados, van a extrañar los tiempos en donde se reunían con amigos, en donde no había teléfonos llamando todo el tiempo «reclamando» atención, hijos para cuidar o parejas para sacar a pasear porque sinó «se aburren» los fines de semana en casa.
Los hombres son un bien preciado. Así lo interpreta el género femenino, quien trata de disimularlo a como dé lugar.
Y recordar siempre que, conforme pasan los años, a las mujeres se les estrecha el campo de masculinos levantables... mientras que a los hombres se les aumenta el mismo territorio, incrementándose sensiblemente el número de féminas disponibles.
Cuestiones de la evolución.
Por eso. Insisto. Disfruten de su soltería. Porque la van a extrañar y mucho, cuando la pierdan.
Saludos!.