La realidad es que muchas mujeres tienen montones de tipos que las están correteando.
Los teléfonos celulares les sirve precisamente para ser infieles.
Saben perfectamente que clase de tipos las están correteando... y cuando les mandan audiomensajes de Gusáp, ponen unas vocecitas de inocentes y virginales, que pareciera que son otras minas.
La infidelidad femenina llegó para quedarse. Antes tenían mas reparos a la hora de ser infieles, porque sabían que podían perfectamente ser descubiertas y pasarlas muy mal.
Ahora, si le decís a tu pareja "-... escuchame, pedazo de gaznápira, ¿vos te creés que yo no sé que cuando no estoy en casa te la pasás mandando mensajes a todos lados. ¿En qué cabeza cabe que tengas pareja estable y estés persiguiendo tipos por todos lados?" automáticamente te dicen que es violencia de género.
En la cuestión de cuernos, he sido corneado de todas las formas que a uno pueda imaginársele.
Ellas, habilidosas a la hora de mentir, engañar, falsear, y mostrarse lo mas inocentes posible, buscan desesperadas tipos para engancharse sacándose al «oficial» de encima (eso sí, que no se olvide su ahora ex-pareja, de pasarle la mensualidad para que la yeguariza pueda tener recursos para salir con otros flacos); la realidad también resulta ser que terminan quedándose solas, porque después de cierta edad, entran directo a la mesa de saldos y ya ahí, ningún tipo quiere darles mas pelota.
Este verano, para recuperar tiempo perdido gracias al «corvina-19» reservé en tres semanas distintas, en varios sitios diferentes, vivienda en distintos balnearios de la costa atlántica argentina.
Como no quiero que me pase como me sucedió en marzo, que compré varios paquetes turísticos y las operadoras se hicieron las pelotudas cósmicas y no devolvieron ni un centavo, ahora, preferí hacerlo por tiempos cortos, para que, si soy nuevamente estafado, no sea por cifras espeluznantes. De ahí mi intención de separar mis vaGaciones en tres segmentos.
Ahora, lo interesante, es que le comenté mi decisión a varias amigas.
Habida cuenta que tengo bastante tiempo libre para vaGacionar, les dije que pensaba irme a esos diferentes balnearios con fines netamente relacionados con holganza y molicie. Ni siquiera, la intención es ir de levante, quedé demasiado maltrecho después de mi última ruptura como para pensar en volver ea engancharme con nadie por algún tiempo.
Y a estas amigas, cuando les mencioné a los balnearios (muy atractivos, por cierto) en los que ya había pagado la totalidad de la vaGación, rapiditas de cintura me preguntan "-... ¿por qué te vas solo? ¿No querés que te acompañe?".
Salvo una de ese grupo, ya veterana, con una nieta de cinco años, quien me dijo "-... si querés te acompaño, mejor si hay habitaciones separadas, yo pago la mitad de los gastos", el resto, se autoinvitó con intenciones de pasarla de arriba sin oblar un centavo.
Yo no pregunto a mis amigas si tienen pareja. Obviamente, mas de una debe tenerlo, de manera que doy por descontado que entre las que se autoinvitaron, hay alguna que también debe tener pareja estable. Cuando deberían planificar irse con él... no, prefieren ir con un amigo, a un balneario premium, sin poner un centavo, y previendo pasarla bien sin aportar mas que sus propias humanidades, y, obviamente, la cachufleta a la que están adheridas.
Obviamente, igual pienso irme solo. Al fin y al cabo, cuando reservé en esos lugares, lo hice para estar tranquilo, y no andar pagándole a una acomodaticia, todos sus consumos porque no le alcanza el dinero siquiera, para llegar a mediados de mes.
Pero ante la duda... se autoinvitan. Total, no tienen nada que perder.
Como dato anecdótico, le había comentado a mi ahora «ex» que cuando se reabrieran las fronteras existía la posibilidad de viajar a Copenhagen por cuestiones laborales una vez por mes. Y que ella estaba invitada. Incluso, me ofrecí para lo antes posible, se presentara a hacer el pasaporte correspondiente, para el cual le aportaba la cifra necesaria. Incluso, hasta le llegué a sacar turno vía Internet.
Por supuesto, se negó quien sabe por qué motivos.
Y cuando se lo comenté a una amiga puntual, quien vivió en Barcelona por algunos años, y que reside a unos 300 km. de la ciudad de Buenos Aires, me dijo "-... si vos me pagás el avión, te acompaño. No hablo danés, sí francés, y vos hablás alemán, así que no te va a costar mucho que te entiendan en Dinamarca".
Lo que son capaces con tal de recibir algo gratis... piensan que la cachufleta a la que están adheridas es mas que suficiente como para recibir dádivas a cambio de nada.
Sres., cuando sus dulces novias le presten mas atención al respectivo teléfono celular antes que a Uds., es porque lisa y llanamente, están pelotudeando con otros flacos.
Las fábulas de las reinvindicaciones de género y otras excusas surtidas, son de difícil asimilación, y encima, mas difíciles de creer.
Recuerden que ellas consideran que mentirle a su pareja, hoy día, no es algo que esté mal, porque consideran que están liberadas de toda culpa porque siempre, aseveran, fueron «sojuzgadas» por los hombres, y ahora se merecen lo mejor del género masculino, sin dar nada a cambio.
Una excusa muy conveniente para ser infieles. Ya sea la militancia en un partido político o algún movimiento que no tiene asidero racional, les permite conocer montones de tipos que van a tirarle los galgos y después, bajarles la caña sin conmiseración. Eso, si no son ellas quienes toman la iniciativa, me pasó en mas de una oportunidad; incluso, una ex, con la que convivía y que se suicidó mientras estaba de viaje, convenientemente, tuvo antes de su autólisis, una ardiente aventura de sábanas... en un retiro espiritual al que concurrió con el fin de «encontrarse con D'os". Obviamente, la idea era la de encontrarse con otra poronga, repetidas veces.
Y, acto seguido, mientras mantienen asquerosas relaciones en paralelo (me ha pasado unas cuantas veces), se van sacando de a poco al pareja «oficial» argumentando cualquier oligofrenicidad, que encima, ellas creen.
Las cosas son así.
Si un hombre es infiel, merece ser fusilado y sus restos, reducidos a cenizas y esparcidos al viento.
Si ellas son infieles y encima, reiteradas veces, lo hacen porque están «reivindicándose» de las maldades que los hombres le hicieron a su género y merecen la aprobación de amigas, parientas, madres y demases.
Total... dicen que lo que están haciendo es justo.
Creo que es el peor territorio que le puede acontecer a un hombre.
Novias que se dicen fieles, y que andan pelotudeando 27 horas diarias con el celular o salas de chateo, buscando tipos para ser asquerosamente infieles.
Total, nadie les puede decir nada, porque lo asimilan instantáneamente, como violencia de género.
También creo que lo peor que le puede pasar a una mina, es que su anterior pareja, esa misma que ella dejó con cualquier excusa pelotuda (me pasó una cantidad surtida de veces en los últimos veinte años), se entera que tiene un reemplazo.
Ahí se ponen furiosas. Hasta me han llamado después de haberme dejado (y corneado) viéndome en un restaurante con otra fémina, diciéndome "-... no me lastimes más. ¿Tan poco valgo para vos que ya me reemplazaste?" (cuando en verdad ella fue quien me dijo vía chat que quería estar sola, sin mencionar al fulano que se estaba fagocitando en ayunas).
Porque en ellas, cornear usando el celular para ganarse tipos, está bien, es algo excelente, no hay crítica alguna. Son actitudes de «mujeres superadas».
Pero si el flaco, ese mismo que la quería mucho y que fue corneado de la peor forma, se busca una nueva novia... ahí, está todo mal. ¿Quien se cree que es? ¡Tiene que sufrir, es hombre!
Lamentablemente, la feroz y continua infidelidad que el género femenino está llevando a cabo, llegó para quedarse.
Ellas, quienes reciben miríadas de invitaciones de todo tipo y finalidad, saben que siempre van a conseguir tipos que las quieran empomar. De ahí a mantenerlas, hay otra historieta.
Pero, siempre en el fondo, la infiel está buscando un tipo que la quiera mantener. Siempre. Por mas que lo nieguen. Incluso en esa trampa que le hacen al pareja oficial, existe el secreto anhelo que ese flaco le sea funcional para que ella pueda disponer de abundantes fondos para hacer lo que le venga en ganas... como por ejemplo, también serle infiel.
Y aclaro, son ejemplos me me llegan a mi propia casilla de mensajes, de usuarios que no se animan a publicar sus casos porque temen que sus todavía parejas, los descubran quejándose de las muy femeninas infidelidades a la que ellas los están sometiendo.
Es triste, pero es real.
Saludos!